A algunos les gusta un dormitorio cálido, mientras que otros prefieren dormir en una habitación muy fresca. Pero, ¿cuál es mejor? ¿O más saludable? Un dormitorio demasiado cálido no es recomendable: no mejorará tu sueño y tampoco lo hará tu factura de la luz hoy en día. Los estudios demuestran que la temperatura ideal de un dormitorio oscila entre los 15 °C y los 18 °C. Te explicamos las ventajas y te damos consejos para que tu dormitorio alcance la temperatura ideal.
Cuanto más se enfría el cuerpo, más hormonas se transportan por el organismo. También lo hace la hormona dehidroepiandrosterona (DHEA), que es la hormona antienvejecimiento más importante. Un dormitorio fresco es mucho más beneficioso que una costosa crema de noche antiedad.
Cuando el cuerpo está listo para una merecida noche de sueño, se pone manos a la obra para enfriarse. Seguro que lo reconoces... cuando estás cansado, de repente tienes frío y anhelas una cama caliente. Cuando la habitación en la que duermes está demasiado caliente, tu cuerpo sigue enfriándose. La atención se centra ahora más en eso que en conciliar el sueño. La hormona del sueño, la melatonina, está más presente en el cuerpo a temperaturas más bajas. Por eso es aconsejable ventilar el dormitorio y bajar (o apagar) la calefacción antes de irse a dormir. Los edredones y fundas nórdicas Boomba Bamboo regulan la temperatura. Mantienen tu cuerpo a una temperatura constante, lo que te permite dormir profundamente.
¿Sabías que en una habitación fría quemas más calorías para entrar y mantener el calor? Tu metabolismo funciona mejor a temperaturas más frías, lo que también puede ayudarte a prevenir enfermedades como la diabetes. ¿No es usted muy deportista? ¿O quiere dar un impulso extra a su estilo de vida deportivo? Entonces puedes optar por pasar una hora calentando bajo las mantas. Perder peso nunca ha sido tan fácil.
Una temperatura corporal elevada provoca una noche más agitada y un sueño menos profundo. Cuanto más calor, menos eficaz es el sueño. Un dormitorio más frío significa que no sólo se duerme antes, sino que también se duerme más profundamente. El edredón de verano e invierno de Boomba Bamboo garantiza una temperatura agradable en la cama, sin que ésta se vuelva sofocante y pegajosa. El material de bambú es ventilado, hipoalergénico y suave como la seda.
Duerma con la ventana entreabierta (mini). Esto garantiza un espacio bien ventilado y fresco. Abre las ventanas y las puertas unas contra otras para crear una pequeña brisa. ¿Hace demasiado frío? Entonces cierra las ventanas, pero deja las rejillas de ventilación abiertas.
La calefacción no aporta ningún valor añadido al dormitorio. Lo mejor es dejarla apagada o ajustarla a la temperatura mínima de 15 grados.
Compra ropa de cama que caliente y refresque a la vez. El bambú es perfecto para ello. El bambú posee una fibra que reacciona a la temperatura ambiente: en un ambiente frío, la fibra se cierra, lo que le confiere un efecto aislante. En un ambiente cálido, la fibra se abre, haciéndola permeable al aire. Así podrás dormir a pierna suelta.
No duermas con pijamas de franela ni camisones gruesos. No dejan pasar el aire y provocan un efecto sofocante. Si tienes demasiado calor mientras duermes, las noches pueden ser interrumpidas. Es mejor dormir con algo fino o sin pijama.