Un viaje al país de los sueños. Los que duermen mucho conocen la ruta como la palma de su mano, mientras que los inquietos a veces se pierden. A la mañana siguiente, uno puede recordar fácilmente su sueño, con todos sus detalles precisos. Y el otro sólo ve un agujero negro delante de él cuando recuerda su viaje nocturno. ¿Por qué soñamos y qué efecto tiene sobre nuestro cuerpo y nuestra mente?
¿Sabes qué es gracioso? Todas las personas sueñan cada noche. Sólo que algunos lo recuerdan y otros no. A lo largo de los años, se ha investigado mucho sobre este tema en particular. Pero ni siquiera los mejores científicos se atreven a explicarlo con un 100% de certeza. Sin embargo, una cosa es cierta: soñamos en parte para procesar estímulos que todos hemos recibido durante el día. Todo lo que has vivido necesita encontrar un lugar. Al procesar los estímulos y las emociones, eres capaz de afrontar mejor los distintos tipos de emociones en la vida diaria.
El procesamiento de los estímulos físicos y mentales tiene lugar durante la fase REM. También se denomina fase de sueño. Dura unas dos horas en total. Pero no dos horas seguidas, sino divididas en tres a cinco breves momentos diferentes a lo largo de la noche. El sueño REM garantiza que almacenemos información importante y que cada mañana salgamos de debajo de nuestro edredón de invierno en forma (y despreocupados) para empezar un nuevo día con alegría.
¿Sabía que REM significa Rapid Eye Movement (movimiento ocular rápido), porque los ojos se mueven muy deprisa durante esta fase.
Cuando sueñas con regularidad, generalmente estás en un sueño profundo durante bastante tiempo. Esto suele ser una buena señal, ya que te hace menos propenso a la falta de sueño. Dado que la mayoría de las veces sueñas durante la fase REM, los sueños son un buen indicador de que has dormido bien.
¿Tiene periodos en los que sueña mucho y muy vívidamente? Si es así, podría deberse al estrés y, por tanto, a unos niveles más altos de cortisol. La sustancia cortisol se encarga de que al día siguiente te levantes con mucha energía y empieces el día libre y feliz. Cuando has estado sometido a mucho estrés durante el día, por ejemplo en el trabajo o en un acontecimiento emocionante, el nivel de cortisol en tu cuerpo es más alto de lo normal. Esta cantidad de cortisol eclipsa la cantidad de melatonina en ese momento. La melatonina es la hormona del sueño, que garantiza que puedas dormir bien por la noche. Por lo tanto, el equilibrio entre el cortisol y la melatonina es muy decisivo para la forma en que sueñas y duermes.
¡Dulces sueños!