El ejercicio y el sueño son dos aspectos esenciales de un estilo de vida saludable y están más estrechamente relacionados de lo que se cree. El ejercicio regular tiene un impacto significativo en la calidad del sueño. Aunque los beneficios del deporte para la salud física son ampliamente conocidos, a veces se pasa por alto su impacto positivo en la salud mental y, en este caso, en el sueño. Vamos a contarle cómo el ejercicio afecta positivamente a su ritmo de sueño.
Cuando sudas con entrenamientos de moderados a intensos, ocurre algo mágico. No sólo aumentas la energía, sino que también mandas el estrés directamente a la puerta y das la bienvenida a un arco iris de vibraciones positivas. Pero eso no es todo. Hacer ejercicio hace que tu cuerpo libere endorfinas, serotonina y neurotransmisores, que son los calmantes naturales que hacen desaparecer el estrés y te hacen sentir súper relajado. ¿A qué esperas? Ponte las zapatillas.
Aunque todos sabemos que hacer ejercicio puede ser el impulso definitivo para tu sueño, es igualmente importante programar perfectamente ese entrenamiento. Sí, vamos a hablar del horario de tus sesiones de sudor y del tipo de ejercicios que haces. ¿Esas intensas vueltas de entrenamiento justo antes de dormir? No, no es una buena idea. De hecho, pueden ser un poco contraproducentes para tu sueño. Así que el plan es el siguiente: date unas horas antes de irte al país de los sueños para hacer ejercicio. Así tu cuerpo tiene todo el tiempo que necesita para enfriarse y relajarse. Y hablando de relajarse, no hay nada mejor que el poder relajante del yoga y los estiramientos. Son como una poción mágica para conciliar el sueño.
Y cuando por fin has terminado de sudar y estirarte, es hora de disfrutar del descanso nocturno. ¿Y qué mejor opción para ello que la ropa de cama definitiva de Boomba Bamboo? Almohadas en las que descansar cómodamente la cabeza y edredones que se adaptan con precisión a la estación. Créenos, una vez que hayas experimentado este capricho nocturno, no querrás otra cosa. Así que ¡haz ejercicio y duerme bien!
Aunque el ejercicio suele ser beneficioso para el sueño, es importante subrayar que cada cuerpo responde de forma diferente a él. Algunas personas pueden notar mejoras más rápidas en la calidad de su sueño después de empezar una rutina de ejercicios, mientras que otras necesitan un poco más de tiempo para notar el cambio. ¿La clave del éxito? La regularidad. Cuando se consigue un flujo adecuado entre trabajo, reuniones sociales, ejercicio y sueño, se es una persona feliz. Y tanto tú como la gente que te rodea lo notaréis muy pronto. Es un objetivo a largo plazo, pero una vez que lo consigues, lo sientes como una victoria. Así que, ¡adelante!